Videoclub: Euphories y Despedidas
Si hay algo que me encanta de la música es su capacidad para transportarnos a diferentes épocas, y Videoclub, el dúo francés de electropop y synthpop, lo hace de una manera sublime.
Formados en 2018 en Nantes, Adèle Castillon y Matthieu Reynaud no solo nos brindaron melodías pegajosas, sino que también encapsularon la esencia de una era dorada: los años 80. Su sonido es como un viaje en el tiempo, donde cada nota evoca nostalgia y frescura al mismo tiempo.
Durante los tres años que duró el proyecto de Videoclub, Adèle y Matthieu lograron transmitir un cariño palpable que resonaba en cada una de sus canciones. Sus letras, cargadas de romanticismo, no hablaban de otra cosa más que de amor. A menudo se les podría catalogar como "cursis", pero para mí, esas palabras rayan en lo poético. Frases como “aime-moi dans la neige, aime-moi sous le soleil, aime-moi la peau beige dans les fleurs de vermeille” son un claro ejemplo de cómo logran capturar la esencia del amor en su forma más pura y delicada.
Lo que realmente hace que disfrute al cien por ciento de su música es la complicidad y el equilibrio que existía entre ellos. En cada canción, la voz suave de Adèle se entrelaza perfectamente con las rimas de Matthieu, creando una armonía que resulta casi mágica.
En un mundo donde muchas veces la música se siente superficial, Videoclub me recordó la belleza de lo simple: el amor, la complicidad y el disfrute del momento. Su legado musical no solo vive en sus cones, sino también en la forma en que nos hicieron sentir parte de su historia. En acorde, en cada letra, hay un eco de su relación que sigue resonando en nuestros corazón
SU MÚSICA COMO NUEVO LENGUAJE DE AMOR
Lo que realmente distingue a Videoclub es su capacidad para contar historias a través de sus letras. En canciones como "Euphories", podemos sentir la intensidad del amor efímero; ese tipo de romance que arde con fuerza pero que, a menudo, se desvanece tan rápido como apareció. La mezcla de francés e inglés en sus letras añade una dimensión adicional, haciendo que incluso quienes no dominan el idioma puedan captar la esencia emocional de sus mensajes.
A pesar de su breve trayectoria, Videoclub ha dejado una marca indeleble. En 2023, "Amour Plastique" resurgió inesperadamente en las redes sociales gracias a memes sobre Napoleón Bonaparte. Ver cómo una canción puede ser reinterpretada y utilizada en un contexto completamente diferente es un testimonio del impacto duradero que tienen sus melodías.
La música de Videoclub me recuerda que a veces el amor y el arte son efímeros, pero su legado puede perdurar. Aunque ya no estén juntos como dúo, Adèle y Matthieu han demostrado que la creatividad puede florecer incluso en la adversidad. Así que, si aún no has explorado su música, te invito a sumergirte en este viaje retro y nostálgico. Quién sabe, tal vez encuentres en sus melodías un pedazo de tu propia historia.
EUPHORIES
Mis impresiones sobre un álbum que ha capturado mi atención de manera especial: “Euphories”, el disco debut de un proyecto que ha sabido combinar la esencia del romance y el melodrama en trece canciones que son un verdadero deleite. Desde la primera escucha, me sentí transportado a una época dorada, donde los sintetizadores brillaban y las melodías hipnotizaban.
La carta de presentación, “Amour Plastique”, es simplemente irresistible. La frescura de su tono y la poesía melosa que describe un amor de fantasía me hicieron recordar esos momentos en los que todo parece posible. Es un himno a la juventud y a la idealización del amor, algo que todos hemos experimentado en algún momento. A medida que avanzamos al siguiente tema, “Euphories”, la invitación a dejarse llevar por el baile y el glamour se hace aún más evidente. Aquí, los sintetizadores ochenteros nos envuelven en una atmósfera vibrante que es difícil de resistir.
Sin embargo, lo que realmente me impactó fueron las canciones que abordan el dolor y la nostalgia. “Siricate” y “Enfence 80” nos llevan a un punto de reflexión donde las voces de Matthieu y Adèle conversan sobre las heridas del pasado. Es en estos momentos donde el álbum muestra su profundidad, contrastando la alegría inicial con una melancolía palpable que resuena con cualquiera que haya vivido una despedida.
“Mai” me sorprendió con su enfoque pop, donde los arreglos de guitarra se entrelazan con los sintetizadores sin perder su esencia. Es un recordatorio de que la frescura puede coexistir con la nostalgia. En “Trois Jours” y “Roi”, el sonido new wave nos envuelve en una ola de recuerdos, evocando esa sensación de añoranza que todos llevamos dentro.
Si bien “Euphories” no ofrece nada radicalmente nuevo, es un trabajo contundente y bien producido. Cada canción tiene su propia magia, rompiendo la monotonía y recordándonos esos días en los que los VHS, los cassettes y las Polaroïds eran parte de nuestra vida cotidiana. Este álbum es un homenaje a esa época, un recordatorio de que, aunque el tiempo pase, algunas emociones permanecen intactas. Sin duda, es un disco que merece ser escuchado y disfrutado, una experiencia sonora que nos invita a bailar y reflexionar al mismo tiempo.
Cuando escuché por primera vez la noticia del final de Videoclub, sentí un nudo en el estómago. La música de Adèle y Matthieu había sido una constante en mi vida durante esos años, y la idea de que su historia musical llegara a su fin era difícil de aceptar. Sin embargo, lo que más me sorprendió fue la manera en que decidieron comunicarlo: a través de una última canción, "SMS", que se convirtió en un emotivo recorrido por su relación.
Así que, aunque el final de Videoclub me haya dejado un vacío, también me ha enseñado que las relaciones pueden transformarse y evolucionar. A veces, el amor se manifiesta de diferentes maneras.
¿Cuál es tu canción favorita de Videoclub? o ¿Le has dedicado alguna de sus canciones a tu novix o ex?, cuál?. ¡Déjamelo saber en los comentarios! Sigamos cotorreando👽💫
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